Durante mucho tiempo existió en Latinoamérica, la práctica del terrateniente feudal quien ofrecía al campesino una insignificante parcela de tierra de muy mala calidad para que la cultive a cambio de pagar con trabajo el préstamo de esta tierra.
Con esta práctica se obliga el campesino a adquirir una deuda con el patrón, una deuda que era pasada de generación en generación, dicha deuda era creada por las practicas abusivas que el patrón ejercía sobre sus “colonos” a los cuales les daba en crédito los alimentos y la vestimenta que el campesino y su familia necesitaban para poder sobrevivir, al ser los precios sumamente altos el campesino con el correr del tiempo adquiría deudas que eran imposible de pagar y estas deudas caían sobre los hijos del campesino ya que las deudas adquiridas las adquiría toda la familia.
A cambio de esta parcela, el campesino tenía la obligación de trabajar cinco días a la semana en las tierras del señor feudal, por unos miseros centavos al día, en jornadas agotadoras de diez y doce horas.
La mayor parte del tiempo el salario no llegaba a manos del campesino, ya que el patrón antes de pagar descontaba lo que el campesino debía y con esta práctica hacia imposible para este salir de sus deudas, ya que ese mismo día necesitaba pedir crédito para poder mantener a su familia.
Tomaremos como ejemplo Paraguay el cual sigue siendo estructuralmente latifundista como hace más de cien años. Solo 600 grandes propietarios cuyas fincas son mayores a 10.000 hectáreas son dueños del 40% de la superficie censada en el 2008, es decir, poseen más de 12 millones de sin un lote en zona súrbanas, sin viviendas, y muchas veces, sin un trabajo decente.
Otro tema que es bochornoso y que a muchos no le gusta escuchar era el abuso que sufrían las hijas de los campesinos durante este periodo feudal. Cada mujer que nacía y crecía dentro de la “hacienda” era propiedad del patrón y este las violaba tan pronto estas entraban en la pubertad, ninguna mujer podía tener relaciones sexuales con alguien antes de tener estas relaciones con el patrón y es así como muchas de estas mujeres fueron criadas para calentar la cama del terrateniente.

Los Delirios de Minerva toca este tema y nos hace ver con una crudeza la realidad de nuestros campesinos.

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